01 Abril 2020
TALLAHASSEE – El gobernador Ron DeSantis ordenó a los floridanos que se queden en su casa durante 30 días a partir de la medianoche del jueves, una decisión que surgió luego de semanas de enfrentar presiones para bloquear el estado en la lucha contra el coronavirus.
Florida había sido el único estado con más de 5,000 casos sin dicha orden, con DeSantis insistiendo en que las órdenes localizadas para el sur de Florida y por ciudades y condados individuales eran suficientes.
Hoy miércoles, el estado tenía más de 7,000 casos y estaba viendo uno de los mayores incrementos diarios en el país.
DeSantis dijo en una conferencia de prensa en Tallahassee que ordenaría a los floridanos «limitar los movimientos y la interacción personal fuera del hogar» a servicios y actividades esenciales.
«Tiene sentido hacer este movimiento ahora», dijo DeSantis.
La orden vence el 30 de abril, aunque al menos un estudio importante de la Universidad de Washinton predijo que el pico de casos de coronavirus en Florida sería el 3 de mayo.
El gobernador dijo que el presidente Trump había estado de acuerdo con él en su enfoque anterior en los «puntos críticos» del estado, pero agregó que «parece que entendió» el nuevo orden.
DeSantis hizo referencia al anuncio de Trump el martes de que el distanciamiento social debería durar hasta mayo.
«Es otra situación de 30 días», dijo DeSantis. «Y tenemos que hacer lo que tiene sentido».
«Mi consejo para Estados Unidos sería que estas pautas sean una orden nacional de quedarse en casa», dijo Adams.
La orden de permanecer en casa permite que las personas que trabajan en áreas que se consideren esenciales puedan salir. Igualmente, se permite salir del hogar para casos de emergencia o para conseguir suministro necesarios para el hogar. Aunque también se permite salir a ejercitarse, se le pide a las personas que permanezcan la mayor cantidad posible de las 24 horas del día en su hogar.
Expertos han recalcado que mantenerse alejado de la gente y no visitar lugares que otros frecuenten es la única manera segura —además de lavarse las manos— para prevenir el contagio.
