28 de noviembre 2020
Una histórica concentración pacífica de más de 300 artistas e intelectuales cubanos frente a la sede del Ministerio de Cultura de Cuba, en La Habana, empezó el viernes y culminó la madrugada de este sábado con un preacuerdo de diálogo entre los creadores, que pidieron el cese de la censura y la represión a representantes del Gobierno.
El viceministro de Cultura, Fernando Rojas, aceptó recibir una delegación de 30 artistas. Treinta de los congregados, entre ellos el actor Jorge Perugorría, el director de cine Fernando Pérez y la artista Tania Bruguera, accedieron a las dependencias del Ministerio para una reunión con el viceministro, Fernando Rojas, y otras autoridades del ámbito cultural que se prolongó por más de 4 horas hasta que ambas partes se comprometieron a celebrar encuentros periódicos para solventar sus diferencias.
El grupo presentó demandas, previamente aprobadas a mano alzada en plena vía pública: derecho a la libertad de expresión; derecho a la libre creación; derecho al disenso; revisión y cumplimiento del debido proceso judicial a Denis Solís; que se le permita al artista Luis Manuel Otero Alcántara regresar a su domicilio; cese del hostigamiento, la represión, la censura, el descrédito y la difamación por parte de las autoridades y los medios oficiales a la comunidad artística e intelectual cubana y a todo ciudadano que disienta de las políticas del Estado; y reconocimiento y respeto al posicionamiento independiente.
La reunión se extendió durante cinco horas, hasta un poco antes de las 2 de la mañana, cuando reaparecieron los representantes de los manifestantes para anunciar los puntos acordados con el viceministro. El dramaturgo Yunior García anunció que se ha acordado una serie de encuentros con altos funcionarios del ministerio, en las próximas semanas. Entre los puntos acordados, se decidió abrir un canal de diálogo entre instituciones culturales y artistas independientes. Las autoridades también han prometido interesarse en la situación de Denis Solís y Luis Manuel Otero Alcántara.
A prudencial distancia, numerosos agentes de la seguridad del Estado y algunos policías de uniforme observaban la protesta sin intervenir.
Después de varias horas de tensión, provocada por un importante despliegue de policías y agentes de la Seguridad del Estado para frenar, incluso con espray de pimienta, la llegada de más manifestantes en ese sector del barrio de El Vedado.
(Noticia en Desarrollo)
