11 de Junio 2020, Eduardo Alvarado
JFK ha sido perdonado por muchos y por la historia, debido a los sucesos de su asesinato en la ciudad de Dallas. Pero sin duda, pero los que quedamos vivos, en Estados Unidos y gran parte del mundo hemos pagado la consecuencia de sus actos, por su falta de carácter para liderar este país y su izquierdismo político.
Cuando JF Kennedy toma la silla presidencial como trigésimo quinto presidente de la unión, el presidente saliente Eisenhower le había dejado la invasión de Bahía de Cochinos, o playa Girón, a Kennedy como una papa caliente, que el trataba de evadir de su escritorio. Era un plan de invasión para derrocar a la dictadura, que a día de hoy perdura en Cuba, de los hermanos Castro.
El plan aprobado por el mismo JFK era crear un Gobierno Provisional conformado por los miembros del «Consejo Revolucionario», organización que había sustituido al Frente Revolucionario Democrático, el cual lo componían los cinco movimientos originales: MRR, OA, AAA, MDC y DRE. Al frente del Consejo Revolucionario estaba José Miró Cardona y se reclamaría formalmente la ayuda militar de EE. UU. Ayuda militar que se encontraba a pocas millas y Kennedy rechazo dar en último momento, por cobardía o falta de voluntad.
Esta echada para atrás en el plan original ha traído graves y costosas consecuencias no solo para los cubanos, que a día de hoy la sufrimos en carne propia y de primera mano.
En el propio año 1959, Fidel, envió terroristas y guerrilleros a Panamá, República Dominicana, Haití y Nicaragua. Castro creó una maquinaria secreta para infiltrar saboteadores y terroristas «revolucionarios» en toda América Latina.
Después de Girón, el propio Fidel Castro financió y patrocinó actos terroristas en Nueva York en los años 1962 y 1969.
Generó conflictos armados en Etiopia, El Congo, Angola, entre otros muchos, y ha mantenido un sistema de desestabilización en toda América Latina, financiando grupos armados y conflictos regionales desde los inicios de su dictadura.
Su régimen no ha dejado de infiltrarse dentro de los Estados Unidos, ha financiado grupos de izquierda radical norteamericana como las panteras negras, los macheteros de Puerto Rico, y todo movimiento social de izquierda radical por pequeño que fuese.
Ahora uno de estos grupos de terroristas nacionales, que utilizan el asesinato de Floyd como justificación, en su intento de propagar la anarquía y la instauración del comunismo en este país, han hecho pública una carta manifiesto, sobre como seguir las lecciones de Fidel. Todo financiado, planeado y orquestado desde la Habana.

Si Kennedy no hubiera abandonado a los cubanos en la invasión de Girón, ni Venezuela, ni Nicaragua, ni nuestra Cuba vivirían en dictaduras. También se habría evitado mucho derramamiento de sangre en toda Latinoamérica y África. Y en Estados Unidos hoy no tendríamos al enemigo metido en casa lavándole el cerebro a nuestra juventud, ni incitándoles a atentar contra su propio país.
