8 de julio 2020, Héctor Luis Valdés Cocho
No hay mejor manera de medir el grado de Libertad de un país que consultando su prensa – Mario Vargas Llosa.
Me sumo totalmente a este refrán y a su vez lo aplico para desmenuzar… ¿el por qué no existe libertad de prensa en los medios oficiales de comunicación, en Cuba?
Ya entendemos que reproducir de forma independiente informes , o documentales en Cuba es mal visto por los ojos del Estado Totalitario , los divulgativos más detestados son aquellos que en su desarrollo hablan la clara y cruda realidad que impera en la nación ; a quienes realizan con valentía este arquetipo de labor son coaccionados por miembros de la Policía Política sancionándolos bajo el Decreto 370 que implica un monto hasta de 3.000 pesos , y algunos encarcelados han sido, como sucedió con el periodista Jorge Enrique Rodríguez . Aunque lo entendemos, no lo divulgamos, y mucho menos lo avalamos, aunque comprendemos que como bien dice la campaña #InformarNoEsUnDelito .
No sólo los periodistas independientes en Cuba son violentados, pero lo que nos hace únicos es la contundente y siguiente razón: no trabajamos con guiones dictados por un Partido Político o para ser más claros “no practicamos la autocensura”, como bien dice Bastenier [… la peor censura del periodista puede ser la autocensura porque no la ve nadie …].
Desgraciadamente los medios oficiales de comunicación en Cuba adhieren su labor a los intereses de un Partido, por tal motivo crean contenidos bajo la lupa de un miembro gubernamental, y se alejan finalmente de la teoría crónica que caracteriza a un periodista, sirviendo, así como cómplices de informaciones manipuladas.
Esta servil acción los ha alejado del consumo social, y los vuelve retóricos en la opinión pública, causa mucha vergüenza escuchar que un ser humano ve un noticiario para saber del tiempo o que obtiene un periódico para leer la cartelera televisiva de la semana, tras comprobar que los medios de comunicación en Cuba trabajan la pura metáfora. Los clientes pierden la confianza y adquieren una opinión negativa para con ellos.
Por suerte el destino, la vida o el internet dio vida a nuestro derecho y pasión, ya podemos desmontar la cláusula que nos ataba, ya podemos romper la roca que ha roto a muchas almas, ya podemos ser el eco de muchas voces, ya podemos disfrutar del enriquecimiento lícito de las palabras. La verdad nos hizo libre y añoramos seguir transitando por cuya visión de la verdad…
Héctor Luis Valdés Cocho
Periodista del Heraldo de Cuba
